Cada día, cuando el mar siente próximo el amanecer, recoge sus velas de espuma blanca y comienza a alejarse, trabajosamente, de la orilla para mostrar durante unas horas su tesoro de rocas milenarias, varadas en la arena como los restos de un antiguo naufragio. Entonces la luz y el tiempo parecen detenerse. Sólo las gaviotas rompen el silencio entre un rumor de olas que se alejan.
martes, 17 de agosto de 2010
Praia dos Tres Irmaos, Alvor. (Algarve, Portugal)
Esta playa portuguesa trae nostalgia de antiguos piratas.
Cada día, cuando el mar siente próximo el amanecer, recoge sus velas de espuma blanca y comienza a alejarse, trabajosamente, de la orilla para mostrar durante unas horas su tesoro de rocas milenarias, varadas en la arena como los restos de un antiguo naufragio. Entonces la luz y el tiempo parecen detenerse. Sólo las gaviotas rompen el silencio entre un rumor de olas que se alejan.
Cada día, cuando el mar siente próximo el amanecer, recoge sus velas de espuma blanca y comienza a alejarse, trabajosamente, de la orilla para mostrar durante unas horas su tesoro de rocas milenarias, varadas en la arena como los restos de un antiguo naufragio. Entonces la luz y el tiempo parecen detenerse. Sólo las gaviotas rompen el silencio entre un rumor de olas que se alejan.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Qué buena cámara tienes o perdón que buen fotógrafo eres. Desde luego son unas fotografías estupendas.
¿Que has hecho con la gente?. Ayer fui a esa playa y parecía la calle sierpes. Precioso sitio y preciosas fotos. Un abrazo
Publicar un comentario